Introducción
Por la "documentación" "aportada" en: A Su Paso por Sevilla, mínima parte de todo lo que hay; no es exagerado afirmar que por este tiempo proceloso del XIX Sevilla fue el centro, la capital del Arte, aunque las más de sus preclaras mentes lo ignorasen, lo despreciasen y lo condenasen.” José Luís Ortiz Nuevo - 1996.
Cuando comenzamos a leer un libro genérico sobre el flamenco no es raro encontrarnos con dos elementos recurrentes: el momento del nacimiento del flamenco y, no tan constante, pero si usual, qué entendemos por flamenco, hasta dónde llega, y si “lo otro” lo es o no lo es. No van a ser éstas nuestras preocupaciones, aunque seguiremos teorías generales en la primera cuestión, con una mirada singular sobre qué es, cómo se organiza y cuáles son sus relaciones económicas; y una actitud abierta sobre la segunda pregunta, atendiendo a aquello que la “gente” considera como flamenco.
Para documentar esto, nos iremos apoyando en palabras de diferentes artistas flamencos que a través de su relación con la visión económica de este arte lo explicitan.
Como género artístico de Andalucía, creado a partir de la primera mitad del siglo XIX, el flamenco responde junto con ciertas manifestaciones culturales tradicionales, a las necesidades identitarias de la sociedad andaluza moderna. Esta dualidad entre la tradición y la innovación, entre la “pureza” y la “fusión”, caracteriza las condiciones socioculturales de la creación musical flamenca: no sólo explica los reiterados intentos de intelectuales y políticos por convertirlo, mediante el recurso a la “sangre” y la “tierra”, en una seña inconfundible y “jonda” de la identidad andaluza, sino también su evidente ambigüedad, causada por la vitalidad de un género anclado en la tradición, y la correspondiente polémica entre los aficionados, generada a raíz de su vanguardista dinámica artística, por un lado, y su canonización como valor cultural, por otro. (1)
Al flamenco se le puede enjuiciar en sus orígenes de raíces agrícolas, y más si consideramos, como mantienen diferentes autores, que existe una época de preflamenco. Pero en su desarrollo y profesionalización se convierte en un arte urbano,y va a tener unas infraestructuras singulares o adaptadas para su evolución y confirmación. Fernando Quiñónez comentaba: “Las líneas actuales del cante flamenco fueron básicamente trazadas en el siglo XVIII e incubadas en los anteriores”.
(1) Steingress, Gerhard: La hibridación transcultural como clave de la formación del Nuevo Flamenco (aspectos histórico-sociológicos, analíticos y
comparativos). Revista Transcultural de Música nº 8 – 2004.
Los primeros espectáculos con contenido flamenco los encontramos en los teatros de la época. José Luís Ortiz Nuevo en ¿Se sabe algo? (2) nos habla de ellos y los programas que presentaban. El flamenco se exhibe dentro de los que podríamos llamar espectáculos de variedades, e incluso en los salones de baile. Como comenta Charles Davillier en su Viaje por España (1862) “... los bailes que se dan de vez en cuando en algunos establecimientos que toman el título de academias o escuelas de baile. Sus directores nunca dejan de enviar los programas anunciadores a los hoteles o a las casas de huéspedes.”
(2) Ortiz Nuevo, José Luis: ¿Se Sabe Algo? Viaje al conocimiento del Arte Flamenco en la prensa sevillana del XIX, Ediciones El Carro de Nieve. Sevilla,
1990.
Bibliografía: La Economía Sevillana del Flamenco ( Enero 2009 )
1 de enero de 2014 · Su cesta de compra